¨Cuide los pesos, que los millones se cuidan solos…¨ Don Arturo Calle

En Enero de 2000 recibí una llamada de José Ignacio Pérez, por entonces Gerente de Mercadeo de Arturo Calle. Son de esas llamadas que te pueden cambiar la vida. Efectivamente estaba en búsqueda de personas con formación en diseño y experiencia en exhibición comercial con miras a construir el departamento de Visual Merchandising de la compañía, pues hasta esa instancia, las personas que hacían las vitrinas eran denominados Decoradores.

El, junto a Angie Zapata, Jefe del equipo, tenían la experiencia de haber manejado las franquicias de Liz Claiborne y Ralph Lauren, dos de las escuelas clásicas más bellas del negocio. Esta fue mi puerta de entrada al mundo de la exhibición comercial de moda, el vitrinismo y el negocio de la venta de moda al detal (fashion retail) en sus antiguas oficinas de la zona industrial Montevideo.

Mi primer contacto con Don Arturo fue con su voz. En medio de las entrevistas se escuchaban sus mensajes por altavoces dando los buenos días a todos los empleados. Más sorprendente fue que el mismo estaba entrevistando a los candidatos. Al entrar a su oficina, decorada con un hermoso vitral y decorada con muebles clásicos y libros, encontrabas un amplio escritorio donde él podía atender al tiempo a 5 o 6 personas en medio de la conversación. Me pregunto por mi familia, mis estudios y experiencia, con mucha amabilidad; seguidamente validó mi experiencia y aprovecho para hacerme una oferta clara diciendo: ¨Yo sé que sos una persona inteligente y lo mejor es que aquí vas a tener mi plata para aprender; es mejor aprender con plata de otro mijo..¨. Tenía toda la razón. Cuando uno está construyendo una carrera no solo vale tu salario, también es importante vincularte a una red de trabajo solvente y sería. Eso era Arturo Calle en ese momento, una empresa con no más de 100 empleados administrativos, 20 tiendas pequeñas y una visión muy clara de la transformación de un modelo de negocio enfocado al estilo formal a un negocio contemporáneo con tiendas neoclásicas con presencia de categorías casuales, jeans wear, accesorios y calzado.

La mayor lección de trabajar todos los días con Don Arturo fue su poder de negociación. Siempre buscar el mejor precio, la rebaja, el descuento por volumen. Se tomaba la molestia de llamar en presencia de uno a un proveedor para demostrarte que era posible negociar. Su frase memorable ¨Cuide los pesos, que los millones se cuidan solos mijo..¨. Por esta visión y otras muchas cualidades esta ahora es una de las compañías más emblemáticas del negocio en nuestro país.